Las tragedias que enlutan a Nogales cada época de lluvias, regresaron con más intensidad este verano y en apenas unos cuantos días, hemos lamentado la muerte de varias personas.
El fuerte cauce que transforma la calle Tecnológico en un arroyo y luego un descomunal río, ha sido literalmente la vía o el camino por el cual -en décadas- cientos de nogalenses han perdido la vida ahogados y en ocasiones sin localizarse sus cuerpos; debido a la intensidad y fuerza con la que baja el agua desde las colonias más populares al centro de la ciudad.
El alcalde Juan Gim Nogales (curiosamente así se apellida), tiene su primera experiencia de este tipo como máxima autoridad de la frontera que lo vio nacer.
Lamentablemente en otras administraciones municipales y estatales, no se ha encontrado la solución para mitigar la fuerte creciente que se forma cada vez que caen las lluvias en la ciudad fronteriza más grande de Sonora.
Esperemos que ahora y en acuerdo con la Coordinación Estatal de Protección Civil, el Ayuntamiento de Nogales, el Gobierno de Sonora y las diferentes instancias propaguen las recomendaciones para evitar estas tragedias que tanto nos duelen.
Y aunque el gobernador Alfonso Durazo anunció una fuerte inversión para evitar estos problemas, esperemos que también se logre una verdadera prevención no solo en Nogales; sino en todos los municipios de Sonora.
Con más razón porque al parecer, en los próximos días, van a seguir las precipitaciones.
Por lo pronto, el coordinador general de esta dependencia, Juan Manuel González Alvarado, tiene mucha chamba y la obligación de demostrar su eficiencia no solo al Mandatario Estatal; sino a los millones de sonorenses que con cada tormenta, aguacero, colitas de ciclón o lluvias, surgen muchos elementos de riesgo a nuestras vidas.
No solo por el agua; sino por cables de alta tensión, postes y espectaculares caídos; además de otras situaciones de alto peligro.
A estas tragedias provocadas por las lluvias en Nogales, se le agrega el lamentable accidente automovilístico por el periférico Luis Donaldo Colosio, donde cinco jóvenes fallecieron al estrellar su camioneta Hummer contra algo fijo que, de manera abrupta, detuvo su marcha.
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Igualmente y hablando de medidas de prevención, sería bueno que en las buenas intenciones de construir otros dos carriles de la carretera Hermosillo-Bahía de Kino, se modificara el plan y que solo se hiciera este proyecto hasta el poblado Miguel Alemán.
Y que, de la Comisaria en adelante, se colocara solamente un muro similar al que tiene toda «La Costera» de Sinaloa; con el cual se dividirían los carriles de ida y vuelta.
Pero manteniendo el proyecto de cuatro carriles de Hermosillo al Poblado Miguel Alemán, en el entendido que hay más tráfico por la inmensidad de camiones pesados que salen cargados con productos del campo.
Ya que de hacerse como se ha pensado en los últimos meses, sería más fuerte la inversión y dificultaría su período de construcción.
Tomando en cuenta, pues, que este tipo de obras tardan mucho en ejecutarse.
Prueba de ello, es la rehabilitación de la carretera Hermosillo-Nogales; la cual todavía no tiene fecha para cuándo terminarse.
Otro comentario.
El hecho de que las 123 personas desaparecidas en el mes de julio hayan sido localizadas sanas y salvas en Sonora, no es motivo de lanzar las campanas al vuelo.
Al contrario, podría considerarse como una alerta ante los posibles secuestros; los cuales se dan más en el sur del país, además de los raptos de niños con padres separados, vejaciones a jovencitas a altas horas de la noche o extravíos de menores de edad que no conocen su entorno geográfico.
La Fiscalía General de Justicia en Sonora (FGJE), informó que de los 123 desaparecidos, 48 corresponden Hermosillo.
Para mala fortuna de las familias sonorenses, la autoridad judicial reporta que fueron localizados catorce cuerpos que perdieron la vida entre uno y ocho años; los cuales se encontraba prácticamente como osamentas.
Aunque no precisan si esas personas, ya fueron identificadas.
Ultimo comentario de hoy.
Sin calificativo podría considerar, al menos este reportero, la postura de la Unión de Usuarios de Hermosillo que mandó a sus agremiados a realizar diez plantones en diferentes cruceros, lo cual provocó un súper caos en las calles de nuestra ciudad durante la mañana de este lunes 15 de agosto.
Con los reclamos de tanta gente -que arriba de sus autos o en camiones se dirigían al trabajo, a la escuela o a cualquier otra actividad-, esperemos que el dirigente de la Unión de Usuarios de Hermosillo, Ignacio Peinado Luna, cambie su manera de presionar a las autoridades de Comisión Federal de Electricidad (CFE) para que tengamos tarifas más justas en el consumo de energía eléctrica.
Una de ellas, creo yo, es plantarse por fuera de las instalaciones de CFE que hay en la ciudad, para no permitir la entrada a sus trabajadores.
Lo curioso es que, de por sí, el tráfico hermosillense es lento por tantos carros, calles con baches y tramos en reparación; todavía se le suma este plantón de gente que realmente pelea por algo justo y en la que somos solidarios (aunque no en sus formas).
Un ejemplo de las dificultades viales que tenemos casi a diario, se presenta en el cruce de los bulevares Solidaridad y Luis Encinas, donde se encuentra el puente emblemático del Plan Sonora Proyecta del sexenio del ex gobernador Eduardo Bours.
Que tengan una buena semana.