viernes, diciembre 20, 2024
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Marcha en defensa del INE, reflejo del posible potencial de la oposición en las próximas elecciones

El domingo pasado, 26 de febrero miles de mexicanos se manifestaron en varios Estados del país para protestar nuevamente contra la reforma electoral impulsada por el gobierno de Andrès Manuel López Obrador.

Las concentraciones con mayor número de asistentes se reportaron en; Aguas Calientes, donde se registraron unos 15 mil asistentes, Nuevo León, donde la asistencia se contabilizó en 25 mil personas, Cuernavaca Morelos donde aproximadamente tres mil personas marcharon por la calles del municipio, en Puebla, donde se dieron sita al menos nueve mil personas, y en el valle de México donde tuvo lugar la mayor manifestación con la asistencia, según las cifras de la ciudad de México, de entre 80 mil y 100 mil personas.

También se reportaron manifestaciones en Campeche, en diversos municipios del Valle de Toluca, Villahermosa, Chihuahua, Tlaxcala, Guerrero, Hermosillo, Chiapas Sinaloa, Oaxaca, Zacatecas, Durango y San Luis Potosí

En el Zócalo de la Ciudad de México, la concentración se reunió a las afuera de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde aproximadamente a las 10:00 de la mañana comenzaron los oradores a pronunciar sus discursos entre quienes destacó el ex ministro de la SCJN José Ramon Cosío Villegas.

“Miles de personas libres estamos reunidos hoy y ahora, en distintas ciudades del país y del extranjero para levantar la voz y decirle al gobierno y sus colaboradores “Mi voto no se toca.” Rechazamos las calificaciones que quieren imponernos a quienes pensamos distinto y solo por ello. Quienes consideramos que las recientes reformas a las leyes electorales quieren controlar las próximas elecciones.” Dijo el exministro para abrir su discurso.

Poco menos de una hora después, se clausuró el evento con el himno Nacional Mexicano.

Esta es la segunda marcha convocada por la oposición al gobierno de Lopez Obrador que se lleva a cabo a nivel nacional en menos de cinco meses con la intención de detener la ahora promulgada Reforma Electoral. Esta vez los manifestantes piden a la Suprema Corte declarar inconstitucional el paquete legislativo de la mencionada reforma.

Las modificaciones a las leyes electorales ya han pasado por el poder Legislativo, pero después de que funcionarios de los partidos de oposición (PRI PAN Y PRD) presentaran ante la SCJN una acción de inconstitucionalidad, se encuentran a la espera de una resolución.

Quienes se posicionan en contra del llamado “Plan B” argumentan que los cambios en las leyes secundarias electorales propuestos por el ejecutivo, recortan el poder del Instituto Nacional Electoral ya que suponen un recorte de 300 juntas distritales en los 32 Estados del país.

Además proponen que la reducción de personal y presupuesto ocasionará el adelgazamiento de la institución, lo que podría ocasionar procesos electorales menos confiables y poner en riesgo la democracia. Por su parte MORENA y quienes defienden la Reforma Electoral argumentan que los cambios a las leyes conseguirán un ahorro de 3,500 millones de pesos.

El presidente Andrés Manuel, en su conferencia mañanera del día lunes calificó a los organizadores de la marcha como “defensores de los fraudes electorales”, y dijo que son ellos quienes han formado parte de la corrupción en México, y que “han pertenecido al narcoestado, que como ha quedado de manifiesto con lo de Genaro García Luna se impuso durante dos sexenios.”

Dijo también que el motivo de la marcha es un “asunto político” y que la reforma electoral es solo una excusa para aglutinar a la oposición. Recordó también que la iniciativa aprobada no es la originalmente propuesta por el poder ejecutivo, la cual pretendía reducir el presupuesto “excesivo” del Instituto Electoral, disminuir la cantidad de diputados y estipular que los consejeros fueran elegidos por voto popular, la cual fue rechazada por el poder legislativo.

A pesar de los calificativos negativos con los que describió a los convocantes, a diferencia de sus declaraciones en la última marcha, el mandatario sostuvo que fue una marcha muy concurrida de entre alrededor de 80 mil y 100 mil personas en la Ciudad de México.

El mandatario también hizo un llamado a la oposición para aprovechar su capacidad, ya que según dijo, son aproximadamente 25 millones de mexicanos quienes se identifican con la oposición a su gobierno. Y, para sorpresa de muchos, repitió en algunas ocasiones que la expresión de la oposición del día domingo era algo positivo para la democracia del país.

El presidente durante dicha conferencia hizo un recordatorio de la próxima marcha que ha convocado para el 18 de Marzo en el Zócalo de la CDMX, la cual dijo también será con motivo del 85 aniversario de la expropiación petrolera.

Esta ha sido la concentración más numerosa convocada por la oposición al gobierno en torno desde que comenzó el mandato de López Obrador en 2018. Sí bien los partidos políticos que la conforman atraviesan una crisis de popularidad y aceptación, la unión de sus facciones ha demostrado con esta marcha que todavía pueden conformar un contrapeso importante en las próximas elecciones presidenciales.

MORENA, que también está atravesando por diversas disputas internas y está tomando la vía contraria, la de la división, tendría que prestar atención a los movimientos de sus adversarios sí no quiere perder la ventaja que parece considera irrevocable. Pero pareciera que los dirigentes de este partido ignoran que en la política nada es definitivo.