Hace dos semanas un incendio en una instalación del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, Chihuahua, volvió a mostrar las fisuras del sistema económico global. La crueldad a la que se enfrentan miles de personas migrantes que en el intento de llegar a Estados Unidos para trabajar y conseguir una mejor vida arriesgan la misma, muestra que hay personas en este sistema que son desechables.
La indignación y la tristeza que hay en las imágenes y videos de la tragedia son inconmensurables. 40 personas, hijos, padres, hermanos, amigos, murieron de forma dolorosa y violenta. Su delito, haber nacido en la marginalidad del sistema económico mundial. Todo indica que en este mundo, que las personas marginadas busquen una mejor vida para sí mismos, mismas, y para sus familias, es una gran transgresión que se castiga con la deshumanización.
¿Quién asume la responsabilidad?
El incendio ocurrió en la Estancia Provisional de Ciudad Juárez, del Instituto Nacional de Migración, donde se encontraban encerrados bajo llave 68 hombres migrantes latinoamericanos, los cuales presuntamente iban a ser deportados a sus países de origen. En un acto desesperado para impedirlo y que les dejaran salir, prendieron fuego a unas colchonetas. No se imaginaron que la crueldad y el odio hacia sus vidas tuviera tal alcance.
Los guardias que se encontraban en ese momento vigilando, abandonaron tranquilamente el lugar, sin hacer ni siquiera el intento por abrir la puerta que atrapaba a los migrantes en el fuego. Fue hasta que llegó el cuerpo de bomberos que pudieron salir los 28 migrantes, que no habían muerto para entonces.
El gobierno de El Salvador ha pedido justicia por sus 7 compatriotas que perdieron la vida en el incendio, y por el resto de latinoamericanos fallecidos. A través de La viceministra de Diáspora y Movilidad Humana de la Cancillería de este país, Cindy Portal, ha exigido la renuncia de las personas responsables de las políticas migratorias de México. «Sobre todo, estamos exigiendo también la renuncia de las personas que son responsables de la política migratoria de México», afirmó la funcionaria en una conferencia de prensa.
Al respecto López Obrador dijo en una de sus conferencias mañaneras que el gobierno de El Salvador tiene razón al exigir la renuncia de las personas que son responsables de la política migratoria en México;
“Tienen razón las autoridades de El Salvador, como las autoridades de Guatemala, de Colombia, de Venezuela. Es muy lamentable lo que sucedió. Ellos tienen que proteger la vida de sus conciudadanos, que esa es la labor del Gobierno y nosotros estamos en comunicación con ellos para ayudar.”
El presidente aseguró que no habrá impunidad, y que se castigará a las y los responsables de los hechos; “Va a continuar la investigación. Ya hay detenidos y todavía no concluye el proceso de investigación para castigar a los responsables de esta tragedia”, agregó.
Hasta ahora se han dictado órdenes de arresto contra seis personas quienes enfrentan cargos de homicidio y lesiones, y también se sabe que hay otras personas que están siendo investigadas por co-responsabilidad. Entre los procesados están tres funcionarios del INM, dos guardias de seguridad del centro de detención y un migrante que es señalado de haber iniciado el fuego.
Pero, ¿Son estás personas las responsables? ¿O lo sucedido es una consecuencia lógica de las políticas migratorias y la división global del trabajo? ¿Quién responde por las terribles condiciones de estos espacios, la respuesta de las autoridades inmediatas, las violaciones a los derechos humanos, la política migratoria de nuestro país?
Hasta ahora poco se ha dicho sobre la posible renuncia de Francisco Garduño Yáñez, titular del Instituto Nacional de Migración (INM), o de algún otro funcionario de alto nivel que tenga responsabilidad directa con las decisiones que se toman respecto al trato y los derechos de las personas migrantes, como lo sería el Canciller Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, dependencia donde se establecen las condiciones del sistema migratorio, o el secretario de gobierno Adán Augusto, quien encabeza la dependencia a la que pertenece el INM.
Sí bien López Obrador ha evitado tocar el tema sobre la posible responsabilidad de Ebrard y Adán Augusto, dos de sus llamadas “corcholatas”, sí lanzó críticas a la política de Estados Unidos aseverando que debería canalizar más dinero al desarrollo económico en América Latina para evitar que los migrantes dejen sus países, en lugar de enviar ayuda militar a Ucrania.
“Qué tiene que ver lo que ha entregado el gobierno de Estados Unidos a Centroamérica con los 30 mil o 35 mil millones de dólares destinados a la compra de armas para Ucrania”, declaró.
Y, ¿cuanta responsabilidad sobre lo ocurrido tiene López Obrador? No es ningún secreto que su gobierno aceptó robustecer las medidas antimigratorias para evitar que el flujo migrante llegue a Estados Unidos en un acuerdo con el actual gobierno estadounidense de Joe Biden, disponiendo de decenas de miles de efectivos del ejército y de la Guardia Nacional para contener el éxodo de migrantes.
¿Cómo acabar con el problema de la migración cuando esta es producida por un sistema mundo donde hay países que explotan a las personas y recursos de otros? ¿Como terminar con el problema sí gran parte de la economía estadounidense se sostiene con trabajo migrante?
Sí no se atienden estos problemas de raíz, es decir trastocando el sistema económico mundial, que divide al mundo entre mano de obra barata y mano de obra “calificada”, la desgracia, la crueldad y la tragedia seguirán cayendo sobre las personas que el sistema margina, sobre los más pobres.