«Si hay una persona que entregó su vida al servicio de los demás, y promovió intensamente el arte y la cultura en Hermosillo, fue la señora Marcela Fernández».
«Hoy, recordamos sus aportaciones y honramos su vida con un reconocimiento por parte del Gobierno de Hermosillo en el marco de las Fiestas del Pitic».
«Lo que sembró, pasará a la historia por generaciones».
Esas fueron las palabras del presidente municipal de Hermosillo, Antonio Astiazarán Gutiérrez, durante el homenaje póstumo a la señora Fernández de Gándara, quien lamentablemente falleció hace pocos meses y dejó un legado de bondad y ayuda al prójimo.
Acciones que, por supuesto, esperemos sea un compromiso para las muchas personas que también -y voluntariamente- les nace apoyar a los más necesitados.
Javier Gándara Magaña, con quien la señora Marcela compartió en matrimonio casi toda su vida, fue quien recibió a nombre de la familia esta distinción que toma más relevancia por los exitosos festejos del 323 aniversario de la fundación de Hermosillo; los cuales se realizaron hace aproximadamente un mes.
Aunque un servidor siempre ha pensado que los reconocimientos deben ser en vida, creo que aún caben estas loas a la señora Fernández de Gándara, a quien en sus momentos de más actividad, también recibió muchos elogios por sus grandes obras a favor de la población más vulnerable.
Pero que en meses recientes, los hermosillenses jamás esperábamos su lamentable deceso.
Doña Marcela fue para los hermosillenses, una vida que realmente valió la pena por tanta ayuda que brindó a los más necesitados.
A cambio de nada material; porque sin pedirlo, recibía el cariño de la gente.
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Ahora que me viene a la mente el Camino del Seri y demás vialidades, vaya acierto de parte del Ayuntamiento de Hermosillo con la «vuelta anticipada» de Colosio y Reforma; y el «redondel» al Auditorio Cívico del Estado que ahora hacemos los automovilistas para acceder a la calle que va de subida al Cerro de la Campana y también a la José María Pino Suárez -rumbo al norte-.
Pese a que no se trata de un Plan Sonora Proyecta que ocupó una inversión de miles de millones de pesos hace algunos sexenios, las modificaciones hechas por la actual administración municipal a nuestras calles y bulevares, está redundando en beneficios.
Esperemos que no solamente reconsideren la dirección de nuestras avenidas y bulevares (como el doble carril que hace falta a la altura del puente de la gasolinera El Gallo, cuando vienen los carros por el Periférico Sur de oriente a poniente para dar vuelta hacia Guaymas); sino que tapen de manera urgente los baches tamaño cráteres que todavía hay en las vialidades rápidas y que sigan con la repavimentación.
La buena noticia de la semana la dieron a conocer los funcionarios del Ayuntamiento, al anunciar una nueva «vuelta anticipada» en el puente Trébol del Vado del Río.
Esto significa que los carros que circulen de norte a sur y entren a Gallerías Mall, ahora tendrán un carril especial del lado oriente para dar vuelta a la derecha y bajar por una gaza en descenso que hicieron durante la administración pasada, la cual fue tan mal proyectada que casi ningún automovilista la ha utilizado.
Con el nuevo diseño -o trazo en este puente construido al final de la administración del gobernador Samuel Ocaña en 1985-, estarán libres los carriles normales de norte a sur para tomar el boulevard Agustín de Vildósola.
Esto demuestra, pues, que el ingenio vale más que una fuerte inversión que no sirve de mucho.
Prueba de ello, el puente conocido como 2010 que se ubica en la esquina de los bulevares Transversal y Rodríguez
Un comentario más.
Ya para finalizar, una sugerencia.
Qué bueno sería ponerle un alto a tanto carro de carga y/o camiones pesados que circulan por los «céntricos» periféricos de la ciudad, estropeando la buena circulación que deberíamos tener a cualquier hora del día.
Aunque es más común que, a temprana hora (digamos de 6.30 a las 9.00 de la mañana) circulen tráileres, troques y toneladas de baja velocidad; como los sabriteros, soderos, cerveceros, remolques con carga y demás por los periféricos de Hermosillo, dilatando la velocidad de los automovilistas que se dirigen al trabajo o que dejan a sus niños en la escuela.
Sin que, siquiera, sean amonestados.
Ya no digamos multados.
Entre lo más común que tenemos, es la presencia de tráileres con doble caja por el periférico oriente y poniente a dejar su mercancía alguna yarda o mercado; lo cual nos indica que no sirvió de mucho la creación de bodegas a las orillas de la ciudad.
Tampoco ha servido de mucho la construcción del libramiento oriente, ya que es común el tránsito de tráileres de una y dos cajas por el bulevar Ganaderos y de vez en cuando por el Vildósola.
Pienso que de no poder impedir la circulación de estos carros pesados por el interior de la ciudad, sería bueno que, por lo menos, a ese tipo de unidades les pusieran un horario para su circulación y evitar que colapsen más la ciudad en las llamadas horas pico.
Si no me cree, maneje su automóvil a las 8.00, a las 12.00 y a las 6.00 por enfrente de la Pepsi, por Solidaridad y Colosio y muchos puntos más.
Por hoy es todo.
Traigo pendiente un tema que tiene tintes de rebatinga por la representación de Marcelo Ebrard en Sonora.
Pero de eso, les ampliaré el lunes.
Que tengan buen fin de semana.