El hecho de que en Sonora haya por lo menos ocho grupos de apoyo a la pre campaña de Marcelo Ebrard por la candidatura de Morena a la Presidencia de la República, debe considerarse como muy bueno para los propósitos del ex Secretario de Relaciones Exteriores (SRE).
Sin embargo, esto también puede ser un arma de dos filos y catalogarse como un tema sumamente delicado.
Porque habiendo tantas ramificaciones sin un coordinador que los organice y que sea nombrado oficialmente por el jefe -para que todos lo entiendan-, es muy probable que surjan las diferencias y un divisionismo que podría provocar una migración al grupo de Claudia Sheinbaum o al de cualquier otra «corcholata».
O simplemente que se vayan a la oposición.
Ahora que Ebrard es más visible rumbo a las elecciones constitucionales del 2024 -por tanta presión que le ha metido al proceso-, los simpatizantes de Morena han sido más definitorios en su apoyo a uno, a otro u otra aspirante; aunque, como siempre, hay algunos seguidores que se mueven a cómo vaya «la cargada».
Es decir, cambiándose diariamente de camiseta.
Prueba de ello podrían ser algunos ex panistas y muchos ex priistas ligados al ex gobernador Manlio Fabio Beltrones, quienes se han integrado a diferentes grupos de campaña de los pre candidatos del partido en el poder.
Bueno.
Eso de «camalonearse» no solo sucede en Morena, sino también en todos los partidos políticos de México.
Les comento que desde hace años -pero con más empuje a partir del 2018-, surgió en Sonora una asociación civil llamada «Movimiento Progresista» que apoya las causas sociales y que ha estado muy ligada a Marcelo Ebrard -a través del paisano Ignacio Cabrera Fernández, quien ahora se encuentra como Cónsul de México en Cuba-.
Dicha agrupación ya tiene trabajo andado y sigue formando una red de apoyo para el ahora aspirante a la Presidencia de la República. Además de hacer enlaces diarios con los colaboradores más cercanos al ex Canciller; ya sea organizando eventos, trabajando en sus estructuras y/o difundiendo su perfil político.
Tarea que, hasta principios de este año, dicho grupo -y hasta los otros- las realizaban sin ninguna otra colaboración; por lo que no había la mínima sospecha del divisionismo que ahora se está registrando.
El ahora resquebrajamiento se empezó a ver con la aparición en Sonora del diputado federal morenista, Alfredo Porras, anunciándose como representante del alto ex funcionario de la República; y secundado más recientemente por el empresario local, Julio Benavides -presentando también sus credenciales de cercano colaborador-.
Adhesión que, a simple vista, sería muy buena para la causa.
Siempre y cuando se muestre unidad o coordinación entre los grupos de apoyo a esta posible candidatura presidencial que busca darle continuidad al proceso de transformación en el país, mediante la aplicación de programas enfocados al desarrollo social y diversas políticas públicas.
Porque si en Sonora son seis, siete u ocho grupos que respaldan a Marcelo Ebrard, resultaría muy buena la unificación de todos ellos para hacer más grande su movimiento y que se refleje en la encuesta que definirá al candidato que buscará suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador en las elecciones del 2024.
La disyuntiva, sin embargo, no será exclusiva para estos grupos de apoyo; sino para los actores políticos y funcionarios morenistas que tendrán la obligación moral de atender a uno o a varios pre candidatos presidenciales en las visitas que seguramente harán a los municipios de Sonora.
Un compromiso que no podrán eludir, porque tampoco tienen la intención de quedar mal.
Ya que todos tratarán de atinarle a su candidato y seguir en la función pública, por supuesto.
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A propósito de divisionismo.
Los priistas Zaira Fernández y Pascual Soto han seguido trabajando -por su lado- con la población visitando barrios y colonias de Hermosillo.
Constantemente se les ve en sectores vulnerables reiterando el acercamiento y mostrando su liderazgo, sin necesidad de tener algún nombramiento de su partido.
Acciones que debería ejercer el Comité Municipal que está echado a perder con su nuevo dirigente Luis Miguel Vargas.
Las acciones de estos dos perfiles políticos, demuestra que no es tan necesario traer las siglas de un partido para estar cerca de la gente.
Igualmente hemos dado cuenta de otros personajes de distintas ideologías que también andan haciendo la lucha por posesionarse entre el electorado con fines de ganar las votaciones.
Por hoy es todo.
Que tengan buena semana.