sábado, noviembre 2, 2024
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El Feminicidio de Alma Lourdes; otra herida profunda en nuestra sociedad

Alma Lourdes, una mujer de 30 años, fue asesinada en una carnicería de Ciudad Obregón, Sonora, en la que trabajaba, a manos de un hombre mayor de nombre Hilario, después de haber tenido una discusión con el mismo. Los hechos ocurrieron el sábado 19 de agosto. El crimen está siendo investigado como feminicidio. ¿Por qué?

En un video de la discusión previa al asesinato entre el imputado y Alma Lourdes, se puede ver al hombre, adulto mayor, actuando violentamente después de que Alma Lourdes le pidiera que dejara el producto que llevaba y se retirara del lugar.

-“Quiere ponerse al tú por tú con una mujer.” Le reclama Alma.
-“Pues no me pongo al tú por tú porque respeto a la mujer.” contesta el presunto asesino.
-“No parece señor, porque está haciendo todo lo contrario, como caballero deje las cosas y se retira, punto.” Le contesta Alma.

Esta respuesta, pone furioso al hombre, quien avienta las cosas de forma impetuosa, insulta a Alma Lourdes y trata de golpearla. Al ver esto, otro de los empleados que se encontraba en el lugar, empuja al presunto feminicida, provocando que este caiga fuera de la tienda. Se escucha también en el video, a una mujer pidiendo que alguien le hable a una patrulla, para que se lleve al agresor.

De acuerdo con los testigos, minutos después de la discusión, este hombre regresó encapuchado, aunque era fácilmente reconocible. Con pistola en mano fue directamente con Alma Lourdes, quien al reconocerlo, le suplicó perdón, pero el sujeto abrió fuego contra ella, disparándole en al menos tres ocasiones en el pecho. A Alma Lourdes; madre, hija, hermana, le fue arrebatada la vida en ese momento.

Una de sus hermanas, publicó después en sus redes sociales que la discusión fue porque Alma Lourdes defendió a otra de sus hermanas, quien trabaja en la misma carnicería y quien llevaba días siendo acosada por este hombre.

¿Qué es un feminicidio?

Marcela Lagarde, política, académica, antropóloga y representante del feminismo latinoamericano, quien fue quien acuñó el término y quien impulsó las reformas para que los feminicidios fueran tipificados en México, lo define como: “Una ínfima parte visible de la violencia contra niñas y mujeres, sucede como culminación de una situación caracterizada por la violación reiterada y sistemática de los derechos humanos de las mujeres. Su común denominador es el género: niñas y mujeres son violentadas con crueldad por el solo hecho de ser mujeres… El feminicidio es un crimen de Estado que incluye un componente de impunidad”.

El asesinato de Alma Lourdes es un claro ejemplo de ello. Hilario, un hombre de 71 años, se sintió humillado por Alma Lourdes, por el simple hecho de que esta le exigiera respeto. Defender el honor de su “hombría” lo llevó a cometer el acto más cruel, arrebatarle la vida a un ser inocente, y la tranquilidad y felicidad a toda una familia. Las autoridades, a pesar de ser informadas, actuaron con omisión.

En México aproximadamente 11 mujeres son asesinadas al día, por el simple hecho de ser mujeres. Exigir justicia por Alma Lurdes es imperante. Aunque el daño causado no tenga reparación, como sociedad, tenemos que exigir a las autoridades impartir justicia, pero también tenemos que hacer conciencia que el aumento de feminicidios es un síntoma de una sociedad violenta, con relaciones de género violentas. Los feminicidios solo son la última expresión del trato que tienen las mujeres en nuestra sociedad.

Para que los Feminicidios se detengan, no hay otra solución que cambiar la sociedad. Esto implica por supuesto, que los jueces y juezas hagan su trabajo e impartan justicia a las víctimas y a sus familias. Pero más importante aún, es crear conciencia social, sobre todo en cuanto a los hombres se refiere, para reconocer que la “masculinidad” como la entendemos ahora, es mortal.

La Fiscalía de Sonora informó que lograron detener al presunto asesino. Hilario ‘N’, fue puesto a disposición de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal. Que todo el peso de la ley caiga sobre él, pero sin olvidar que este hombre, no es un monstruo ni un caso aislado, es por el contrario un hombre promedio que actúo pensando que defendía “un derecho”, que tiene solo por el hecho de ser hombre, el de defender su hombría.

Para los hombres, en nuestra sociedad mexicana, y en otras claro, en el contexto de violencia en el que está sumergido nuestro país, se ha vuelto una imposición para los hombres, la demostración de violencia, de virilidad, de poder, la cual creen que pueden extraer del cuerpo de las mujeres. Estos actos inhumanos sin embargo, dicen lo contrario, reflejan cobardía, la falta de calidad humana, y de valor, para oponerse a la sociedad y actuar, no como hombre, sino como un ser humano decente.