El huracán Otis, que en la noche del martes y madrugada del miércoles tocó tierra en el puerto de Acapulco, destruyó infraestructura sensible, pero sobre todo dejó un saldo preliminar de 27 personas fallecidas y otras cuatro desaparecidas.
El huracán Otis, que en la noche del martes y madrugada del miércoles tocó tierra en el puerto de Acapulco, destruyó infraestructura sensible, pero sobre todo dejó un saldo preliminar de 27 personas fallecidas y otras cuatro desaparecidas, confirmó la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.
Otis también afectó al 80% de los hoteles de Acapulco, afirmó la gobernadora en vía telefónica al presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Ha sido totalmente devastador para nuestro puerto”, dijo Evelyn Salgado vía telefónica.
“Estoy segura de que Acapulco va a salir adelante, con toda la fuerza que tenemos los guerrerenses, va a resurgir como lo que es, un gran puerto, un gran pueblo”, afirmó.
Este también fue el reporte preliminar del gobierno federal que presentó Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, al presidente.
Desde este día, el gobierno local dispondrá de hasta 40 autobuses para facilitar el traslado de turistas que pretendan dejar los hoteles, rumbo a sus zonas de origen.
Otis ha sido calificado como «desastroso» y «sin precedentes» por el gobierno mexicano, debido a su insospechado comportamiento y por la devastación que dejó a su paso.
El huracán Otis pasó en pocas horas de ser una tormenta tropical a un huracán de categoría 5 para tocar tierra durante la madrugada del miércoles en la costa del estado Guerrero, en el suroeste del país, como el ciclón más potente que haya golpeado a la costa Pacífica de México desde que hay registro, incluso más que el intenso huracán Patricia, de octubre de 2015.
Horas más tarde, Otis se disipó en las montañas del interior del país, no sin antes dejar copiosas precipitaciones.
Las primeras imágenes difundidas por medios y compartidas por testigos en redes sociales, mostraron a Acapulco como una zona de guerra, con palmeras y postes caídos en las calles, habitaciones de hoteles destrozadas, techos y paredes derruidas y autos parcialmente sumergidos en las aguas.
Una larga hilera de edificios de departamentos, ubicados en primera línea de playa en una exclusiva zona de Acapulco, quedaron despedazados.
Fue muy desastroso lo que padeció Acapulco (…) No tiene precedentes en el país en los últimos tiempos», dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El presidente explicó que Otis fue tan inesperado como excepcional por la forma en que se intensificó en pocas horas y por impactar en una zona altamente poblada y urbanizada.
Acapulco tiene cerca de 800,000 habitantes, según los últimos datos oficiales. A ellos se suma una población flotante de miles de turistas que acuden al destino por los atractivos de sus playas y su diversión nocturna.
López Obrador anunció que el gobierno va a apoyar a hoteleros y comerciantes para resarcir los daños y volver a reactivar el turismo en la zona.
La secretaria de Seguridad, Rosa Rodríguez, informó que las autoridades están atendiendo a todos los municipios afectados por el ciclón y detalló que causó el colapso de 50 torres de alta tensión en la zona afectada, que sigue parcialmente incomunicada. Además, Otis provocó daños en hospitales públicos y hubo que trasladar a 600 pacientes.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, estimó que Otis dejó afectaciones en el 80% de los hoteles de Acapulco e informó que las autoridades trabajan para restablecer la electricidad y reactivar las bombas de agua potable en la zona. Las clases en los centros educativos del estado fueron canceladas.
La compañía eléctrica estatal mexicana, CFE, tenía a más de 1,300 empleados trabajando para restaurar el suministro de luz, dijo el miércoles por la noche, cuando unas 300,000 personas permanecían sin electricidad.
«Una pesadilla»
Otis es el huracán más potente que haya tocado tierra en la costa del Pacífico mexicano, de acuerdo a un análisis de Moody’s RMS, una empresa de Moody’s Corporation cuya misión es el modelado y análisis de riesgos climáticos y desastres naturales.
Con sus vientos de 270 kilómetros por hora (km/h), Otis dejó atrás el registro de Patricia, que, en octubre de 2015, tocó tierra en la costa occidental de México con vientos de 240 km/h luego de haber alcanzado los 305 km/h, convirtiéndolo en el ciclón tropical más intenso jamás observado.
El ciclón, de acuerdo a Moody’s RMS, se intensificó inusualmente rápido impulsado por condiciones climáticas como la temperatura de la superficie del agua de hasta 30 grados Celsius. El rápido fortalecimiento de Otis lo convierte en uno de los 10 huracanes que más rápidamente ganaron fuerza en la historia, dijo Moody’s RMS.
Erik Fellini, un usuario de X que estuvo con su familia en el hotel Hutsson de Acapulco cuando el huracán tocó tierra, mostró en videos de cómo quedó la ciudad tras el pasó de Otis: árboles arrancados de raíz, cables y postes de alumbrado público en las pistas inundadas, construcciones venidas a menos y vías bloqueadas por los escombros y el lodo.
«Acapulco devastado, el huracán, una pesadilla para todos», escribió en su cuenta de X.
En otro video mostró la devastación en el hotel Hutsson, con palmeras en el suelo, la piscina llena de escombros, los ventanales rotos y las colchonetas regadas por el patio. «Sin palabras, fuerza Acapulco», dijo.
Uno de los principales problemas que enfrenta ahora Acapulco es su incomunicación con el resto del país. Según la secretaria de Seguridad, Rodríguez, el huracán provocó el cierre de seis carreteras, entre ellas la autopista que comunica esa población costera con la capital mexicana.
Además, el aeropuerto internacional de la ciudad portuaria fue cerrado después de que Otis destrozara la torre de control, cortara las telecomunicaciones y dejara bloqueadas las vías de acceso.
«Parece una mentira», dijo Jaime Villanueva, un turista mexicano al observar los daños causados por el huracán desde el piso 21 del hotel Solar Ocean, en Acapulco. «No puede ser posible. Acapulco está destruido», agregó al ver la devastación.
Las autoridades no han cuantificado todavía la repercusión económica del impacto del huracán en el centro turístico, que en las últimas horas registró algunos saqueos en tiendas y comercios, según informaron varios medios.
Casi 8,400 miembros del ejército, la fuerza aérea y la Guardia Nacional fueron desplegados en la ciudad de la costa del océano Pacífico y sus alrededores para ayudar en los esfuerzos de limpieza, según la Secretaría de Defensa.