La gira de Claudia Sheinbaum de las últimas semanas, en las que ha estado reuniéndose con otros mandatarios estatales tuvo su sede en días recientes en Sonora, donde la actual gobernadora de la Ciudad de México se reunió con el gobernador, Alfonso Durazo, en la ciudad de Hermosillo.
El motivo oficial fue el marco de la conferencia “Las políticas emblemáticas de los gobiernos progresistas en la Ciudad de México”, sin embargo, el evento tuvo un sabor más parecido a proselitismo político que a evento institucional.
Desde que llegó la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México al aeropuerto de Hermosillo, fue recibida con mariachis y porras. Al momento de su llegada, ya se encontraban varias personas militantes de MORENA esperándola, y en cuanto salió comenzaron las porras a la voz de “¡Presidenta, presidenta!”; quién diría que Claudia Sheinbaum fuera tan popular en Sonora, ¿no?
Horas más tarde, la Jefa de Gobierno llenó la asistencia en el Expo Forum donde ofreció la conferencia magistral; durante su plática enfatizó en los programas que han destacado en las últimas cuatro administraciones de la Ciudad de México, calificándolas como gobiernos de izquierda.
“¿Qué movimiento luchó para que hubiera paridad en los Congresos del País?, – el nuestro; hoy somos nueve gobernadoras al frente de las 32 entidades de la República y siete son de Morena; por eso pienso yo que luchar por la igualdad es que nuestras niñas y jóvenes, sepan que si quieren ser ingenieras, por supuesto que el Estado debe brindarles las condiciones, podemos ser abogadas, boxeadoras, bomberas, policías, poetas, artistas, astronautas, diputadas, gobernadoras y que las mujeres podemos ser Presidentas de la República”, fue una de las frases que utilizó Sheinbaum durante la conferencia.
Durante la sesión de preguntas, fue cuestionada directamente sobre su aspiración a dirigir el país, a lo que respondió que “no son tiempos para cuestionar si México está listo para ser gobernado por una mujer», y aunque no contestó directamente sobre si entrará a la contienda presidencial dentro de MORENA, sí dijo que “hay que cuidarse de lo que dice el INE, pero claro que estamos preparadas”. Además, cuando le preguntaron sobre los otros posibles candidatos presidenciales de Morena, Sheinbaum respondió: “El segundo lugar son todos los otros, que están juntos prácticamente todos ellos”.
El apoyo a Sheinbaum por parte del gobernador Durazo, también fue más que evidente:
“Me da muchísimo gusto porque son los tiempos de los jóvenes, son los tiempos de las mujeres, son los tiempos de una gran transformación de nuestro país, transformación que se debe dar con perspectiva de género … nuestro país está ya preparado para una mujer presidenta.”, declaró el Gobernador de Sonora.
Este acto, confirma lo que se ha estado viendo en los últimos días. La Jefa de Gobierno de la CDMX es, hasta el momento, la favorita para ser la sucesora de Andrés Manuel como candidata a la presidencia de nuestro país en las próximas elecciones, para las cuales ya solo faltan dos años; de hecho, en una encuesta reciente llevada a cabo por El País, Sheinbaum superó por 10 puntos a Marcelo Ebrard, quien quedó en segundo lugar como favorito.
Ante la casi inminente candidatura de Sheinbaum por la presidencia de México, es inevitable preguntarse si lo ha hecho lo suficientemente bien en la Capital para gobernar ahora el país. Desde un punto de vista objetivo, no se puede negar que su gobierno ha tenido éxitos y desaciertos.
Dentro de los aciertos, los más evidentes y quizá también los más relevantes podrían ser la digitalización de varios trámites burocráticos, la modernización del transporte público y la apertura de los llamados PILARES, una estrategia que busca fortalecer el tejido social en las comunidades más vulnerables de la Ciudad de México.
Los errores, por su parte, también han sido bastante significativos, y quizá uno de los más sobresalientes sería la aproximación de la Jefa de Gobierno al movimiento feminista, del cual dice ser parte, y además, sin duda utilizará dicho discurso en caso de concretar su candidatura. Sin embargo, el acercamiento a esta parte de la ciudadanía ha sido desde una posición sumamente autoritaria. La misma relación ha establecido con pueblos y barrios organizados de la ciudad, que se han opuesto a algunos de sus proyectos.
Además, las contradicciones que han sucedido durante su gobierno también son considerables para tener en cuenta. Por ejemplo, por un lado su gobierno mantiene un discurso sobre una estrategia de seguridad no punitiva, sin embargo, hemos visto a la fuerza armada de la Ciudad de México tomar las calles hasta en las manifestaciones más pacíficas.
Así mismo, la deuda del agua y el cese de construcciones en la Ciudad de México, donde la sobrepoblación rebasa por mucho el límite de los recursos naturales de la ciudad, parece que quedará para el próximo gobierno; aunque no podemos negar que sí ha habido avances en la detención de construcciones, no se ha logrado cumplir en su totalidad, como lo prometió Claudia en campaña.
MORENA tiene, según las últimas encuestas publicadas, el 55% de preferencia para ganar las próximas elecciones presidenciales. Por su parte PRI, PAN Y PRD, no llegan ni al 40% juntos. A esta altura, desde una análisis politológico, las posibilidades que la oposición pueda enmendarse son casi nulas. Lo más seguro es que MORENA continúe en el poder ejecutivo el próximo sexenio, y aunque es muy criticable, y con razón, que eso suceda, el hecho que sea una mujer la próxima presidenta, es una cuestión a celebrar en un país donde el machismo y la misoginia son cosa de todos los días.
La única otra posible candidata a la presidencia de México, es la senadora Lily Téllez del Partido Acción Nacional, quien no se puede calificar más que como una broma política. Todo parece ser que será una elección más en la que tengamos que votar por lo menos malo.