viernes, diciembre 20, 2024
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La babel desatada por el secuestro de 4 ciudadanos estadounidenses en Matamoros

El pasado viernes 3 de marzo, a plena luz del día y frente a varios civiles, en Matamoros Tamaulipas cuatro personas a bordo de una camioneta con placas de Carolina del Norte fueron atacadas con armas de fuego por presuntos integrantes del Cártel del Golfo.

En el video que circula en las redes sociales, con imágenes impactantes, se ve cómo los atacantes después de haber disparado contra las víctimas, las suben a la parte de atrás de la camioneta, dos ellas se ven gravemente heridas. Una mujer de 33 años, de nacionalidad mexicana, quien se encontraba a una cuadra de donde ocurrió el atentado, murió durante el tiroteo a causa de una bala perdida.

Matamoros es uno de los puntos más importantes para el narcotráfico, ya que desde ahí se mueve mucha “mercancía” hacia el país vecino del norte. Su geografía ha hecho que distintos carteles quieran controlar la ciudad, por lo que se encuentra disputada por lo menos entre siete cárteles; los Zetas, Jalisco Nueva Generación, El Golfo, La Familia Michoacana, Sinaloa, de Juárez y del Noreste.

Las autoridades mexicanas comunicaron que, la versión preliminar señalaba que halcones -de alguno de los carteles que se disputan la ciudad- confundieron a los norteamericanos con supuestos contrabandistas de origen haitiano, por lo que atacaron al vehículo secuestrando a los pasajeros.

Las autoridades mexicanas respondieron rápidamente ante los hechos emprendiendo un operativo que culminó tres días después cuando se dio con el paradero de las víctimas. En el lugar fueron encontrados con vida Latavia Washington, quien salió ilesa, y Eric Williams, con una herida de bala en la pierna izquierda. También fueron localizados Shaeed Woodard y Zindell Brown, pero desgraciadamente fueron hallados sin vida. Ahí, las autoridades mexicanas detuvieron a un sospechoso.

El lamentable hecho ha puesto en tensión las relaciones diplomáticas, ya complicadas por temas de seguridad, entre Estados Unidos y México. La Casa Blanca a través de su vocera Karine Jean Pierre, declaró que “este tipo de ataques son inaceptables”, y aseguró que “el Departamento de Seguridad Interior y el de Estado están coordinando con las autoridades mexicanas para llevar a los responsables ante la justicia”.

Sí bien los gobiernos de México y Estados Unidos se reunieron este jueves 9 de marzo y según lo informado acordaron unir esfuerzos para combatir el tráfico y producción de sustancias consideradas nocivas, especialmente de opioides y fentanilo, el suceso destapó dos complejos fenómenos políticos.

El proceso Electoral en Estados Unidos

Estados Unidos pronto tendrá elecciones y mientras más se acercan, más crece la presión de los sectores más conservadores del Partido Republicano, quienes han utilizado la ola de muertes por fentanilo que tan sólo entre febrero de 2021 y febrero de 2022, costó la vida a casi 109.000 personas en el país vecino, para atacar al actual presidente Joe Biden.

Los republicanos acusan a Biden de no hacer lo suficiente para contener la llamada pandemia de fentanilo, y han aprovechado la coyuntura para lanzar su propuesta de catalogar como grupos terroristas a carteles de las drogas mexicanos. La primera vez que los republicanos propusieron esto fue en junio del 2008, cuando una célula del cártel de Los Zetas detonó un coche bomba en Nuevo Laredo, la propuesta se ha escuchado desde entonces varias veces en el congreso estadounidense.

Ante esto, el presidente López Obrador declaró que las autoridades estadounidenses deberían enfocarse más en resolver la demanda estadounidense de drogas y menos en los mexicanos que la proveen: “¿No hay redes? ¿No hay cárteles? ¿Quién vende la droga? Eso es un asunto que tienen que resolver las autoridades estadounidenses.” Agregó el mandatario mexicano a sus declaraciones.

También dijo que el presidente Biden le ha reiterado que habrá respeto a la soberanía de México. Sin embargo, algunos legisladores estadounidenses han hecho fuertes declaraciones contrarias al respecto. Una de ellas fue la del senador por Carolina del Sur, Lindsey Graham:

“Voy a presentar una legislación para convertir a ciertos cárteles de la droga mexicanos en organizaciones terroristas extranjeras bajo la ley estadounidense y preparar el escenario para usar la fuerza militar si es necesario para proteger a Estados Unidos de ser envenenado por cosas que salen de México” dijo Graham.

La entrega de los responsables por el Cártel del Golfo

La situación de los Carteles y el crimen organizado en México, cada día se complejiza más. Y para sumarle a los hechos difíciles de creer y de analizar, el pasado miércoles 8 de marzo, 5 días después de que sucediera el ataque contra los ciudadanos norteamericanos, 5 hombres presuntos integrantes del grupo Escorpiones del Cártel del Golfo fueron entregados en la plaza principal de Matamoros.

Los susodichos aparecieron atados de manos junto a una camioneta en la que se encontraba una cartulina con un mensaje presuntamente firmado por el Cártel del Golfo. El mensaje escrito no tiene desperdicio en ser leído:

“El Cartel del Golfo reprueba enérgicamente los hechos del día viernes 3 de marzo en donde desafortunadamente falleció una persona inocente madre trabajadora… por ello hemos decidido entregar a los involucrados y responsables directos de los hechos quienes en todo momento activaron bajo su propia determinación… y en contra de las reglas en que el CDG ha operado siempre respetando la vida y la integridad de los inocentes… El CDG se disculpa con la sociedad matamorense, los deudos de la señora Arely, las personas y familias americanas afectadas. El CDG le pide a la sociedad que esté tranquila porque estamos comprometidos a que esos errores no se repitan y que paguen los responsables sea quien sea.”

El trágico hecho revela nuevamente que las negociaciones políticas no se dan solamente entre instituciones, y que el fenómeno del narcotráfico se debe abordar con más profundidad y enfoque científico-social y no solo haciendo uso de la fuerza militar. Sin duda resulta casi increíble que ante el panorama general nos tengamos que preguntar: ¿Quién está más cerca de una ética de justicia? ¿Los congresistas conservadores Estadounidenses que antes que la cooperación buscan justificar la intervención militar en países ajenos? Ó, ¿los criminales que piden disculpas y entregan a los “responsables” a la ciudadanía? Una vez más, la realidad supera la ficción.